viernes, 18 de noviembre de 2011

Análisis de medios 2. Los canales de televisión

  Hoy nos toca repasar el más entretenido de los análisis de los medios de comunicación, acaso porque hablamos del más masivo. Así es, hoy centraremos el foco en los canales de televisión, particularmente en las noticias que éstos entregan.
Canal 13 (7). Con poco, es de lo mejorcito del medio local. Entrega noticias breves, sin dedicarle demasiado tiempo a un tema en particular (algo que puede verse particularmente en el deporte), ni a un actor específico dentro de ese tema. Dentro de ese desfile fúnebre que parecen ser los noticiarios, trata de ser menos negativo y un poco más equilibrado que el resto. Le juega en contra la sobreexposición del área de prensa en la programación del canal (¿alguien cree que es necesario entregar las mismas noticias una vez cada hora?) y la duración del noticiero central, aunque ese es un problema generalizado que se expande como una peste en Chile.
Canal 24 Horas (5). ¿Les sorprende? A mí también (?). Lo que llama la atención es que un canal que se supone funciona al alero de otro lo haga de manera tan distinta a éste, máxime si su encargado de contenidos es Alejandro Guillier, otro de los gurúes de la ética periodística. El caso es que, salvo para los noticieros que se transmiten en simultáneo con TVN, Canal 24 Horas muestra variados temas, con una cobertura algo parcial, pero que tampoco es tan escandalosa. O sea, un tuerto en el reino de los ciegos.
Mega (5). El mejor ejemplo de la mediocridad de los noticiarios en Chile es que éste ocupe el tercer lugar en el presente ranking, posición sustentada por su alta calificación en neutralidad, pese a su baja calidad, la que está decorada por la cantidad de noticias inútiles y reportajes de relleno. A su favor, se insiste, está en que cada actor relevante en un tema determinado obtiene más o menos la misma atención.
Chilevisión (4). El noticiero más exitoso de la actualidad es un reguero de sangre. La farándula hecha noticias, pero no al estilo de Las Últimas Noticias, que como se dijo acá, banaliza todo, sino que con un particular método de seguimiento informativo que involucra una visión cruda de lo que sucede, pero sin profundidad alguna. Su cobertura deportiva, que obtiene buenos niveles de evaluación, es sesgada y larguísima. Pero la gente lo pondera positivamente, igual que al movimiento estudiantil.
TVN (4). Polémico canal, que refleja en sus noticias una línea editorial impropia para una emisora pública. Periodistas con compromiso político (los comentarios de Mónica Pérez en la edición de la tarde son para archivarlos, así como las sesudas reflexiones de Amaro Gómez-Pablos en el noticiero central), escasa objetividad en el abordaje de las noticias (sobre todo en temas polémicos), desbalanceo de temas (aquello que es incómodo para el Gobierno puede tomar el 50% del noticiero) y reportajes que manifiestan que –en 20 años de Concertación- el entrenamiento de los periodistas resultó muy exitoso.
La Red (4). Las noticias de La Red son relativamente jóvenes. Pero eso no las exime de ser evaluadas. En este caso, no salen muy bien paradas, principalmente porque cuentan entre sus filas con dos periodistas que gozan de la simpatía de ciertos círculos más por su fama de “alternativos” que por su calidad, la que –por cierto- escasea.
CNN Chile (3). Gran decepción: el brazo chileno de la reputada CNN no es más que el brazo televisivo de la radio Bío Bío, y ya sabemos que nada bueno puede provenir de tal sitio. CNN Chile muestra las noticias con la misma mala leche que TVN; es decir, con una visión subjetiva de la nota, entregándole espacio a cualquier actor irrelevante y restándole a los trascendentes, pero con el agravante de que dan noticias todo el día. Además, el ejercicio de leer la huincha que aparece en la parte inferior de la pantalla es una invitación al suicidio, por lo negativo del enfoque que dan a sus informaciones. Periodismo de trinchera disfrazado de seriedad y objetividad, y respaldado por una marca poderosa. ¿Qué puede ser peor?
UCV Televisión (3). Señoras y señores: esto es peor. Un canal de escasos recursos, que torpedea todo el tiempo a través de periodistas figurones, poco rigurosos y con abierta hostilidad hacia todo lo que no esté representando a la izquierda, pero que además hace participar a la gente, haciéndose eco de los inteligentes y ponderados argumentos (?) del zurderío que los ve. Como si esto fuera poco, tienen 2 ediciones noticiosas juntas, lo que resulta en un concentrado de malalechez. Un espanto.
  Como siempre, aclaramos que las calificaciones son de 1 a 10, y que vuestra participación enriquece el debate.   

martes, 8 de noviembre de 2011

Discriminando en la no discriminación

En primer lugar, Silencio Permanente pide disculpas por la escasa actividad de las últimas semanas. Trataremos que no se repita.
Hoy se discute la Ley Antidiscriminación en el Congreso. Es un tema prioritario, claro. Sobre todo en momentos donde se discute de nimiedades como el presupuesto 2012, o el mejoramiento de la educación (aunque esto no se discute tanto, porque los líderes estudiantiles parece que se sacaron la careta y ahora su consigna es directamente la destrucción del orden público, en vez de los románticos versos que repetían -cual juglares modernos- por todos los medios, los que gustosos les abrían las puertas).
El caso es que, guste o no, los lobbistas ad- hoc han determinado que es prioritario para la agenda pública que el país cuente con una ley que prohíba la discriminación. Esto es muy propio de una nación que cree que todo se soluciona con normativas, como si éstas cambiaran mágicamente elementos que son propios de la cultura del país. De esta ley, para variar, poco se sabe, porque el asunto se ha mantenido en la nebulosa, y también porque tratar materias como éstas en un documento legal es algo bastante complicado.
Lo interesante es lo siguiente: mientras todos los voceros de los movimientos que impulsan la materia se pasean por los mismos medios que ya no tienen más grupos opositores al Gobierno para echar mano (no se van a quemar más de lo necesario apareciendo como voceros del flamante 14% de la población), observamos cómo crece la atención en uno que tiene bastantes ganas de entrar al ruedo político más duro, como es Pablo Simonetti. Su presencia desnuda una paradoja en sí misma: la discriminación de los anti- discriminación. Claro, porque durante años la posición de vocero de estas causas tan nobles y relevantes para la sociedad en su conjunto, como les gusta decir a los progres, la ocupó un personaje “discriminable”, de quien no diré su nombre, pero mencionaré que es pelado, chico y feo (?). Cuando la posta la tomó Simonetti, entonces ahora sí todo esto es visible y digno de ser mencionado en la prensa. Es la paradoja, ¿no? El principal defensor de las minorías es el que representa mediáticamente una mayoría social, o al menos un grupo interesante. Bastante gracioso, aunque ya habrá tiempo para hablar del tema en serio.